La crisis sanitaria, trajo consigo muchos desafíos, entre ellos la complejidad a la que se enfrentaron muchas compañías al enviar a sus colaboradores a operar desde sus casas sin priorizar la seguridad desde donde accedían.
En la actualidad, el ransomware es una de las amenazas de malware (software maligno) de más rápido crecimiento, que además de vulnerar la seguridad de las empresas, también afecta a la operación de las mismas, encriptando los datos con claves que sólo son conocidas por los responsables del ataque, usan el chantaje y retienen el acceso a cambio de un rescate.
51% de las empresas encuestadas han tenido algún tipo de ataque de ransomware durante el año 2020, un 29% de los incidentes se debieron a descarga de archivos o correos con links maliciosos, mientras que un 21% correspondió a ataques remotos sobre los servidores, sólo un 26% de las empresas vulneradas pagaron rescate.
¿QUÉ ESTÁN HACIENDO LAS ORGANIZACIONES PARA PREVENIR LOS CIBERATAQUES?
Lamentablemente nos hemos encontrado con ciertas situaciones en las que las empresas piensan que nunca les sucederá un ataque, debido a que sus dimensiones aún son PyME o bien, porque nunca habían escuchado acerca de un hecho similar de manera muy cercana.
EL 95% DE LA SEGURIDAD RECAE EN LA PREVENCIÓN
Las empresas que no están protegidas corren un gran riesgo ya que el nivel de sofisticación del ransomware es muy superior a lo que nos imaginamos. La mejor manera de defenderse ante una situación tan crítica es estar preparado para:
- Recuperar rápida y fácilmente tus datos en segundos.
- Recuperar sistemas completos y reducir el riesgo de los virus ransomware recurrentes.
- Aplicar las mejores prácticas y estrategias para evitar o restaurar sistemas después de un ataque de ransomware.
¿ESTAMOS ANTE UNA AMENAZA QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE? LA RESPUESTA ES NO
Uno de los mejores métodos siempre será la prevención
Entonces, es hora de que te pongas a la defensiva contra el Ransomware, adoptando buenas prácticas y principios como:
- Proporcionar el nivel más alto de protección al sistema operativo.
- Aplicar las mejores prácticas y estrategias para evitar o restaurar sistemas después de un ataque de ransomware.
- Identificar los riesgos o brechas de seguridad en sus redes de comunicación
- Realizar respaldos de información con el principio 3-2-1
