Ya sabemos que los ciberataques DDoS o de Denegación de Servicios Distribuidos se centran en aplicaciones web. Existen diversas formas de llevar a cabo un ataque DDoS, por lo general siempre se centran en estas 3 categorías:
Cibertaquetaques volumétricos:
Consumen la totalidad ancho de banda utilizado para el acceso al objetivo (host o servicio), Solo obstruyen la visualización de la página web.
Ciberataques de agotamiento de estado TCP:
Saturan las tablas de estado de conexión que están presentes en muchos de los componentes de infraestructura, como lo son balanceadores de carga, firewall y los propios servidores de aplicaciones. Incluso los dispositivos de alta capacidad competentes de mantener el estado de millones de conexiones pueden ser derribado por estos ataques.
Ciberataques a capas de aplicaciones:
Son dirigidos a algún aspecto de una aplicación o servicio en la capa-7. Se consideran los ciberataques más letales, debido a que un solo dispositivo es posible generar un ataque dificultando su detección y mitigación por el poco volumen de tráfico generado
Estos son solo 3 ejemplos de ataques ddos, exiten otras variantes; pero al final el objetivo es tirar la página web, obtener información o dinero. Aunado a eso, las perdidas que pueda generar tener el sitio web fuera de línea.
Los servicios más afectados son financieros, compras y ventas en línea y páginas que con especial participación en internet, como pueden ser páginas del gobierno, servicios de pago, consultas, etc.
Es fundamental que las empresas comiencen a pensar en este tipo de ciberataques, ya que si bien no es algo muy común, constantemente sucede, y no solo por ciberdelincuentes. Han existido casos que la propia competencia lanza millones de peticiones a tu página para tirarla.
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